viernes, 12 de junio de 2009

Estructuración de la personalidad a partir de la sociedad


Desde la época en que Ch.Blondel existía se afirmo que la razón y la voluntad son los dos regalos que la sociedad deposita en cada cuna se han realizado más investigaciones que dan certeza a esta afirmación. Y es que en una sociedad como la nuestra, tan abatida por los acontecimientos políticos, donde los gobernadores y políticos se han catalogado como corruptos, donde el gobierno distribuye todo su poder para satisfacer las necesidades de las fuerzas armadas y donde el hombre, el civil vive sumiso ante la realidad de un estado infectado de poder, dinero, arrogancia, es casi imposible que el ser humano logre un éxtasis total en el desarrollo libre de su personalidad y es que “el individuo no existe como tal, y por consiguiente, la personalidad es el reflejo de las emociones colectivas o identificación completa con los mitos y con los jefes que encarnan el alma y las normas del grupo”entonces cuando existe la conciencia de lo individual y privado, no por ello se deja la vida colectiva y el medio social de formar la personalidad; por el contario el lenguaje de los medios sociales le suministran a la persona bases necesarias para registrarse en una nación con los modos comunes de conducirse y vivir en función de valores que son segregados por la misma cultura.
He aquí el conflicto por determinar una identidad, ¿la sociedad, yo o tú? Aunque algunos sean firmes al decir que la personalidad es una y no se ve afectada por nada, es erróneo puesto que la propia educación del interior es labrada a partir de normas y/O ídolos a representar, puesto que la sociedad juega el papel de influencia modeladora sobre la personalidad y en una perspectiva aún más amplia y profunda “se concibe actualmente la personalidad como el conjunto de roles sociales”
Cuando el joven lucha por ser algo más que su padre o madre catalogados durante mucho tiempo como ídolos, y ahora ídolos caídos, entonces es ahí que el adolescente busca alcanzar su propia identidad más allá que la suma de identificaciones que ha asumido durante la infancia, para convertirse simplemente en ellos mismos, a pesar que las personas buscan insaciablemente el desarrollo personal, en más de una ocasiones todo se resume a los imperativos de las prohibiciones, metas e ideales de los padres y la sociedad, una sociedad de consumo que retrae la conciencia moral y la percepción interna por el deleite pasajero y efímero que brindan los medios de comunicación.

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